domingo, 22 de enero de 2012

Wait..

Pasan los días, las horas, los minutos...y yo sigo aquí, esperándote. Oh cielo...¿no lo ves? estoy aquí, esperándote, ¿desde cuándo? hace ya tiempo...no sería capaz de decir cuanto, pero mucho, lo sé. Espero que te des cuenta de que no te olvido allá donde voy, que te veo cada día, aunque para ti sea invisible cada paso, cada movimiento...aun así aquí estoy, vayas donde vayas estaré aquí, no me marcharé, te lo prometo.
Hacía tanto que esperaba verte, que no me di ni cuenta cuando te vi, no fui capaz de reconocer quien eras, quien serías para mi, lo mucho que significarías para mi. Pensar que una vez fuiste algo más y que ahora eres el que más. 
Cariño, no te olvides nunca de que por mucho tiempo que pase, ni por muchas cosas que pasen no me marcharé, ni mucho menos te olvidaré. Por y para siempre, sé que siempre es mucho tiempo, por eso afirmo y reafirmo que te quiero por encima de todo para siempre, no espero que me entiendas, sé que no es lo mismo para ti, pero para cuando leas esto quizás te des cuenta de todas aquellas veces en las que para ti fui invisible, al igual que mis palabras.
Tan solo te dejo esto como señal de todo, de cada momento vivido a tu lado y de los que no estuvimos juntos pero aun así yo permanecía a tu lado sin que lo supieras, aquí va mi carta, aquella que te prometí que escribiría sobre como me iba todo:

Hace ya casi un año, planté en mi jardín una nueva semilla.
Sé que tengo muchas flores en él, muchas casi marchitas pero sentí la necesidad de plantarla.
Cuando pasaron 1 o 2 meses la semilla empezó a florecer y debo decir que parecía como las otras.
La verdad es que no la tomaba mucho en cuenta, pues mi gran devoción estaba en otra flor.
A pesar de todo, la que era mi flor se fue marchitando, al igual que otras muchas,
pero fue entonces cuando empecé a observar que la que llevaba menos tiempo era, 
la que mejor estaba, aun estando menos cuidada.
De repente, todo empezó a cambiar, mi gran devoción ya no era la antigua flor, 
si no que era esta nueva y más bonita flor, la cual resultó ser diferente.
A veces me pregunto si la querré tanto por ser diferente o simplemente porque aunque no siempre
pueda estar ahí para ayudarla a crecer no se marchita.
Solo puedo decirte ahora mismo, que para mi esa rosa siempre será mi preferida, aunque plante más flores, siempre será mi preferida, por ser la primera en ser diferente y hacerme cambiar solo con pequeños e incluso a veces, insignificantes gestos.

Ahí te dejo el resumen de mi último año, espero que te guste, espero que te cuides y sobre todo espero que no te olvides de que seguiré aquí. Hasta nunca.

To A.B.





No hay comentarios:

Publicar un comentario